Aunque a veces el mundo nos diga lo contrario, cada vez que nos rompimos —en silencio o con grito— hubo una mano ahí.
Una voz amiga.
Una presencia que no pidió explicaciones, pero se quedó.
Y aunque pareciera que damos vueltas en círculo,
la verdad es que vamos en espiral:
volvemos, sí, pero nunca desde el mismo lugar.
Cada vez, con más sabiduría, con más verdad,
con más de nosotras mismas.
Y en ese espiral infinito,
las amigas, la tribu,
son las que se quedan cuando no sabemos cómo seguir,
las que abrazan el caos y celebran la flor.
Las que ven el alma incluso cuando no podemos mostrarla.
🌾 Porque ser amiga también es eso:
acompañar en el fuego
y sostener la ceniza
hasta que vuelva la chispa.
Traemos en #Matricaria un #Renacer edicion #amigas para sumarte con tu tribu a estos 7 días de exploración y de renacimiento juntas! 🌙
Imagina el circulo que ya somos.